Real Madrid - CD Calasanz
El Madrid no dejó sobre el terreno de juego la calidad que sin duda atesoran sus futbolistas, tal vez atenazados por el debut y la responsabilidad de derrotar a un rival que no tiene en sus vitrinas los trofeos de la mayoría de los asistentes del torneo. El conjunto blanco se perdió un poco entre las ocasiones claras de gol y un dominio de la posesión del esférico excesivamente intermitente.
La falta de ataque del Calasanz impidió observar las habilidades en la portería de Daniel Merino. Otro portento físico del torneo y que aparentemente tiene mucho camino andado para ocupar cualquier portería. En el Madrid destaco la presencia arriba de su capitán Ismael Álvarez, un futbolista con buena presencia y colocación en las zonas donde es peligroso para los rivales; buen desmarque, velocidad y concentrado en lo suyo como ya lo demostró en el calentamiento cuando mientras sus compañeros racaneaban el esfuerzo observando las evoluciones de los futbolistas del partido anterior al suyo, Ismael les gritaba como un veterano “venga a lo nuestro, serios y concentrados”, ¡toda una declaración de intenciones!
Pero el Calasanz no salió menos concentrado en buscar lo que para ellos era una gesta, al menos empatar con el todopoderoso Real Madrid y lo consiguieron merced a un empate conseguido en el último suspiro del partido tras una contra ejecutada con maestría y sangre fría por parte de Anxo Lamas y Yago Sambade, los dos futbolistas más incisivos del Calasanz y que tuvieron un justo premio a su trabajo individual y al colectivo del todo su equipo.