Borussia Dortmund 3-2-1– CD Quirinal 3-2-1
Si el juego combinativo parece el gran ausente en el Inter de Milán, en el Borusia de Dortmund es su razón de ser. El deseo de asociarse para llegar con la pelota controlada a la portería rival en todos y cada uno de sus miembros lo convierte en un rival mortífero sediento de balón. La presión del equipo funciona como un engranaje en el que todas las piezas funcionan a la vez. Todos los jugadores alemanes tienen una cosa en la cabeza, ser futbolistas, y como tal se comportan. De momento el mejor equipo de los cuatro vistos.
Destacan sus dos futbolistas más adelantados: Davod Kopacz (7) Y Bulut Hüseyin. Pero sobre todo Yan Nicklas Beste, el lateral izquierdo, tiene una enorme visión del fútbol, de la colocación de sus compañeros y del equipo rival; gran toque de balón y temple a la hora de escoger la mejor acción a desarrollar.
El Quirinal bastante ha tenido con aguantar la embestida que desde el minuto uno de partido llevó a cabo el Borussia, intentando aguantar el sitio y sin decaer ante la superioridad alemana. Una lección de pundonor y entrega sin bajar los brazos en ningún momento.